POZO SÉPTICO (Temas Intrascendentes)

viernes, marzo 24, 2006

ME VENDEN

Califique este Post

Pa variar la foto la mandó Santiago. Pero la tomó una amiga de él en Brasil.



viernes, marzo 10, 2006

IMANOL GRADO QUINTO

Califique este Post

Guiñol, cansada de esperar una mano favorable del destino y no alcanzarla, cansada de tanta maldad en el mundo, harta de su impotencia y su culebrilla que le tenía el colon irritado...más que todo por su maña de andar comiendo a deshoras, inquirió austeramente a Latorre:

“Kilómetro 14 otra vez? seguimos aún en la Autopista a la Alegría? no hemos avanzado nada! es como si fuéramos en círculos! sabes como sacarnos de este embrollo? di algo! di algo pronto viejo culo!”

Latorre también tenía muchísimos nervios, y agrieras; sabía que tras despedirse del Trío Molleja llevaban quizá un día entero dando vueltas por el mismo trecho de la Autopista a la Alegría, volviendo al mismo punto, Kilómetro 14. Guiñol todo el tiempo había caminado al frente de Latorre, no coincidencialmente, pues con cada paso sus piernas se torneaban mas cual torres de marfil y sus nalgas parecían la combinación más perfecta entre la solidez del mármol, el color de la miel y el trigo y la suavidad de las nubes.

Si bien Latorre tenía nervios, muy en el fondo sentía algo que le daba fuerzas para mantenerse calmado frente a Guiñol. Algo muy grande que le permitía estar tranquilo y tranquilizar a Guiñol. Era Imanol, Imanol IV.


“Chinita, entiendo tu afán por ir donde Borondongo pero desesperarnos no nos va a llevar a ninguna parte. Relájate sumercé linda, ven, acércate a la fuente de poder, mira mijita que no puedes seguir así, cansadita…” Latorre empezó a masajear la espalda de Guiñol… “…el cansancio te hace daño mammmmii, tranquila…” ahora Latorre se antoja de extender su mano izquierda sobre el senito ya pintón de Guiñol “…haga caso y vera que de la fuente de poder emanará tanta energía que no va a volver a cansarse, la culebrilla se le ira en nada, su colon volverá a ser esa personita alegre que todos conocemos y que sonríe con cualquier broma inocente…pero Guiñol, debo advertirle que el procedimiento para que reciba la energía y poder debe seguirse muy estrictamente.”

Como notarán gente linda, panitas de viaje, Latorre ya había dejado de tutear, se había liberado de sus bragas y con Imanol en grado IV, las piernas cascorvas y una necesidad insaciable de escupir del moco reproductivo, continuó intentando convencer a una Guiñol que con cada segundo se ponía mas fruto maduro, mas briosa, mas yegua en celo, mas papaya hawaiana, mas mujer mujer alborotada y efervescente “…la…mmmmhhh, uy, la Fuente de Poder, la fuente de po…. de poder solo libera energía si se le trata suavemente… trátala suavemente si? uy mamor mmmmh, debes tomarla entre tus manitas y guiarla a donde tienes ese zapote prietico, debes hacerlo sin ningún temor y sin miedo a que te vaya a hacer daño, no olvides que es por tu bien y que todo el tiempo debes invocar el recuerdo de por que estamos en este aventura…juntos…y saber que debemos juntarnos…mas…”

Guiñol simplemente respondió “sabes que Latorre? me parece muy hermosa tu actitud y tu interés por protegerme. Lo valoro demasiado, eres una ternura y en serio es hermoso que quieras darme poder. Pero por el momento pienso que lo que necesito es que me penetres. No quiero que me des poder, quiero es que me des pero por el culo. Métemela entera hasta por los lagrimales del ojo, me hace tanta falta un buen tolete de carne entre las piernas. Si lo va a hacer hágalo o si prefiere quedarse con sus rituales yo no tengo problema, pero esta crica mia necesita singar, y rápido! no aguanta mas! cláveme la torre Latorre! fróteme el clítoris como si fuera a ganarse la lotería! hágame sentir en Santander de Quilichao!”

Latorre, enfermo romántico que es, no solo se dedicó a proveer a Guiñol con una altísima dosis de proteína sexual, sino que además, inspirado por ese bravo pueblo Caucano invocado por Guiñol, hizo tales maromas con su verga que logro hacer que el hijo egregio de Santander de Quilichao, Juan Harvey Caicedo, apareciera y animara a este pícaro revuelcamiaos del Latorre con los siguientes versos que pusieron a Guiñol, entre peo y relincho, como alma que lleva el diablo de puro gusto y solaz:

Llanero no es el que canta

ni aquel que baila joropo
ni quien forma el alboroto
dándole golpes a un arpa,
ser llanero vale un alma
y muchas leguas de tiempo,
hay que sentirse por dentro
como la savia en la palma
como la pepa en la guama
que ni el invierno desconcha
como guarura en su concha
como gabán con gabana.

FIN
D. McN