EL "WALK OF FAME" COLOMBIANO

Para los artistas gringos es un honor tener una estrella en el paseo de la fama de Hollwood Boulevard y dejar empotradas sus huellas en el concreto hasta que el holocausto nuclear las borre de la faz de la Tierra. Para una pequñísima muestra ver aquí:



En el año de 1988 a Jorge Barón se le ocurrió que sería un chimba hacer lo mismo en Colombia. Reunió a una pequeña élite de la farándula nacional como el maestro Jaime Villamil, Pacheco, Carlos Muñoz y Carlos Arturo Rueda, quienes se vanagloriaron al recibir una estrella JB en el piso de la Carrera 15 frente a Unicentro en Bogotá.

Me tomé el trabajo de caminar este lúgubre paseo en su totalidad, recorriendo las estrellas y marcas dejadas por nuestros más queridos y afamados personajes de los 80 y de todos los tiempos, cuyos reconocimientos más bien parecen lápidas bajo las cuales se encuentra enterrada su dignidad.

De quién será la estrella destruída? ¿Acaso alguien recuperó la razón y destrozó la evidencia en una noche oscura de arrepentimiento?

Abajo algunas fotos adicionales (espichar en la foto para verla en toda su grandeza).

El parecido entre las manos de Pacheco y su cara es evidente.

Por 2.300 pesos puede recibir una embetunada sobre la estampa de las manos de Carlos Muñoz.

Identidad desconocida. Tengo el feeling de que es la mano de un tolimense. ¿Tal vez Emeterio?

Esta si me la pillé. María Eugenia Dávila

Ídolo de muchos; en especial de sí mismo. El Barón. Don Jorge. En su firma, la inconfundible sigla JB.

Algún día mis huellas estarán aquí, junto a las de El Barón. En el walk of fame colombiano.

TEMPORADA DE TOROS - TEMPORADA DE CONEJOS - TEMPORADA DE ELMERS

Soy de los que odian y critican las corridas de toros mientras saborean una jugosa hamburguesa, una sangrienta morcilla o una rumiante lengua en salsa, abrigado por una calentita chaqueta de cuero o gamuza que me hace ver divinamente. No tengo autoridad alguna para criticar; simplemente no me gusta ver como matan mi comida. Digamos que prefiero creer en el mito de que McDonalds tiene cultivos de carne genéticamente producida de donde sacan su materia prima (a propósito, mi teoría es que McDonalds es propiedad de extraterrestres que nos están engordando pacientemente para luego venir a comernos en son de paz).

La temporada taurina ya empezó en Bogotá y eso me hizo acordar del minicordial. El minicordial es el hermano menor de una amigo, que ya debe rondar los 12 años y alguna vez cuando tenía entre 5 y 6 años, lo llevaron a su primera corrida. Cuando llegó a la casa y le preguntaron su opinión, dijo:

"Primero salió un señor con sombrero de Mickey Mouse. Después salió un marrano a perseguirlo, hasta que el señor lo mató a cobijazos."

No fue una genialidad aislada. En ese rango de edad el niño producía delicia tras delicia sin supervisión adulta. Cuando volvía a la casa de jugar en el parque, llegaba derecho a preguntar que si no lo había llamado ningún teletubby. Un día, antes de salir, hizo la siguiente recomendación:

-"Si me viene a buscar un teletubby, que me espere que me está debiendo una plata."

En algún momento creo que quisimos ser más amigos del minicordial que de nuestro amigo.

- ¿Minicordial, qué vas a estudiar cuando seas grande?

- "Ingeniería Familiar"

- ¿Y qué hace un Ingeniero Familiar?

- "Cambiar bombillos"

- ¡Claro!

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Para responder algunos de los comentarios del post anterior:

Obviamente mi mamá tiene grabada en su completitud mi cortísima aparición en la televisión colombiana. En VHS. Tengo que buscar la tecnología necesaria para poderla pasar a formato digital y subirla a youtube o algo. Mientras tanto podría ir soltando algunas pildoritas confidenciales como por ejemplo el recalcitrante nivel de edición que se aplican. Sólo el interrogatorio dura como 1 hora en la que todos los participantes disparan denuestos los unos contra los otros y del cual sale al aire menos de 5 minutos.

Me molestó mucho que editaron mi momento mejor, en el que aproveché el haber perdido para hacer lo que siempre quise hacer. Cuando Bahamón me preguntó cómo me sentía, yo respondí "Bien. es mejor perder que ganar...¡Pues claro que me siento mal!"

Entiendo que no es viable hacer que las presentadoras queden mal paradas, pero no lo dije de manera agresiva. Fue absolutamente sincera y hasta humilde mi afirmación. Tanto que al final la misma Bahamón me dió un consolador abrazo, que para mi desgracia tampoco se ve porque en ese momento hiieron un fade out de luces y quedamos parcialmente a oscuras. Ahora que lo pienso, ese material en mi memoria puede ser muy útil en un momento de aburrición solitaria.

Eso entre muchas otras cosas.