Por Santiago Ortiz
Carmele Merchante, "periodista" del corazón, de quien adjunto su fotografía, me delició alguna vez con un brillante comentario. Había muerto el padre de Julio Iglesias (papuchi) y horas después la afamada familia (julio, enrique, javi, chabeli, gran etc...) no había llegado al hospital. En el programa de TV, en directo, se indagaba acerca de esta tardanza, puesto que aunque todos venían de Miami ya habían pasado varias horas. Carmele comentó que había que tener en cuenta, sumar la diferencia horaria. Este prodigio de comentario no fue asumido en su justa dimensión y en el plató todos los demás "periodistas" digirieron el argumento como infalible. Por mi parte sigo reflexionando al respecto.

Gajes del oficio: en una reunión con un man que hace modelos analíticos de predicción, el mancito nos contó que una vez no entregó los resultados de un estudio que hizo para la propia empresa. Se trataba de un estudio de optimización que contemplaba reducción de personal, y una de las conclusiones que arrojaba era que había que despedirlo a él, puesto que su puesto de programador de modelos de optimización no era prescindible. Esta también me mantiene neuroneando...
Y lo peor es que esto se suma a otros eventos que no he terminado de digerir como el del taxista del D.F. que no me recibió un billete que estaba un poco roto, porque según él nadie se lo iba a recibir ya que, según él, "ya sabe como es la gente de idiota, por un roto así ya no lo reciben"...
Huy!, me acordé de uno viejo de Melba: un día estaba haciendo "sombras chinescas" en la pared, y le dije, "vea el elefante" y ella me dijo "pero quite las manos que no me deja ver".
Y un amigo de mi hermano Antonio una vez le dijo "yo tengo tan mala ortografía que escribo avión con v corta".